Ola de violencia política sacude a Colombia: atentado a Uribe Turbay y ataques en el suroeste

Atentado contra uribe turbay El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima el pasado 7 de junio de […]

Atentado contra uribe turbay

El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima el pasado 7 de junio de un ataque armado en Bogotá, donde un menor —presuntamente de 14 o 15 años— le disparó en la cabeza y pierna durante un acto político en el Parque El Golfito. El agresor permanece detenido y enfrenta cargos por tentativa de homicidio y porte de arma, mientras el senador se encuentra en estado crítico en la Fundación Santa Fe, con signos leves de mejoría.

Ataques en el suroeste del país.

Simultáneamente, una ola de violencia se desató en ciudades del suroeste como Cali, Corinto, El Bordo y Jamundí, donde se registraron explosiones y tiroteos frente a estaciones de policía y edificios municipales. Al menos siete personas fallecieron y más de 50 resultaron heridas, según reportes oficiales.

Contexto y repercusiones

Estos sucesos han revivido la preocupación por un posible retorno a la violencia política que marcó las décadas pasadas. Expertos advierten que el país enfrenta una amenaza creciente desde las disidencias armadas que operan en varias regiones.

Investigación en curso

La Fiscalía investiga posibles responsables intelectuales, incluyendo, de forma preliminar, a disidencias de las FARC, aunque estas lo han negado formalmente.

Impacto nacional

El presidente Gustavo Petro ha solicitado apoyo internacional para fortalecer la seguridad durante la campaña electoral. Mientras tanto, la población exige protección y garantías para la participación política en un clima de creciente polarización.

¿Qué sigue?

  • La investigación judicial sigue en marcha para esclarecer los responsables del atentado y los ataques.
  • Se espera una respuesta más contundente del Estado frente a estas amenazas a la seguridad democrática.

La combinación del atentado a un aspirante presidencial y los ataques armados en zonas urbanas evidencian un recrudecimiento de la violencia política en Colombia. La manera en que las autoridades respondan determinará si se logra contener una espiral preocupante.

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